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Declaración introductoria de Sheri Meyerhoffer, Defensora del Pueblo Canadiense para la Conducta Empresarial Responsable, ante la Comisión Permanente de Comercio International (CIIT) de la Cámara de los Comunes

13 febrero 2023

Vea la grabación de la presentación « sólo en inglés » de la Defensora del Pueblo ante la Comisión Permanente del Comercio Internacional de la Cámara de los Comunes « sólo en inglés ».

Señora Presidenta y honorables miembros de esta comisión, agradezco su invitación a comparecer hoy ante ustedes. Aguardo con interés la oportunidad de responder a sus preguntas.

Quisiera mencionar que participo en la sesión de hoy desde el territorio ancestral y no cedido del pueblo algonquino de los Anishinabeks. El respeto de los derechos indígenas está estrechamente vinculado con la labor que realiza mi oficina y con las consideraciones medioambientales y de derechos humanos que ustedes han estudiado, dado que las actividades mineras canadienses que son realizadas en el extranjero suelen tener lugar en zonas remotas, a menudo en tierras indígenas o en cercanía a las mismas. Mi equipo de trabajo y yo reconocemos y celebramos los perdurables lazos que los pueblos algonquines y los pueblos indígenas de todo el mundo mantienen con sus respectivas tierras ancestrales.

Antes de exponer mis observaciones, quisiera describir brevemente mi mandato. Soy la titular de la Defensoría del Pueblo Canadiense para la Empresa Responsable (o CORE, por la sigla inglesa por la que es conocida mi oficina). Como Defensora, tengo por mandato promover el respeto de los derechos humanos y la conducta empresarial responsable entre las empresas canadienses de la confección, la minería y los hidrocarburos que realizan sus actividades en el extranjero. Asimismo, la CORE ofrece un mecanismo de denuncia al que tienen acceso las personas y las comunidades que consideran que sus derechos humanos han sido socavados en el contexto de las actividades que realizan, fuera de Canadá, las empresas canadienses de los sectores de la confección, la minería o los hidrocarburos.

Canadá es un líder en el ámbito mundial, incluso entre los países del G7 y de la OCDE.  Asimismo, Canadá se destaca en el sector minero, con una considerable huella minera a escala mundial. Ello significa que las empresas mineras canadienses tienen potencial para ejercer influencia en materia de  derechos humanos y medio ambiente en todo el planeta.

Mi primera observación es que la estrategia de Canadá en cuestión de conducta empresarial responsable en el extranjero es clara: nuestro gobierno espera que las empresas mineras canadienses acaten las normas canadienses sobre derechos humanos y protección del medio ambiente en todo lugar donde realicen sus actividades. La conducta empresarial responsable incluye el respeto de los derechos humanos y del medio ambiente.

Asimismo, las empresas mineras canadienses tienen la obligación de respetar los Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos instaurados por la ONU y las Directrices para empresas multinacionales establecidas por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Estos dos documentos establecen directrices internacionalmente reconocidas y respetadas en materia de derechos humanos y protección del medio ambiente. Ello incluye la diligencia debida en materia de derechos humanos y medio ambiente.

Mi segunda observación es reiterar que la CORE apoya la adopción de legislación de diligencia debida obligatoria en materia de derechos humanos y medio ambiente en Canadá. Creemos que contar con una legislación de diligencia debida obligatoria que se aplique a todos los sectores y que abarque todos los derechos humanos fomentará el respeto de los derechos humanos entre las empresas y contribuirá a evitar que se cometan abusos contra los derechos humanos y el medio ambiente.

Dicha legislación exigirá a las empresas detectar y eliminar los riesgos para los derechos humanos y el medio ambiente – al igual que implantar medidas de prevención y reparación, lo cual reducirá el riesgo de causar daños a los trabajadores, a las comunidades y al medio ambiente. Esa legislación también reducirá los costos de las empresas, tanto en términos financieros como de su reputación. Asimismo, reforzará el liderazgo de Canadá en materia de protección de los derechos humanos y del medio ambiente en todo lugar donde las empresas canadienses realicen sus actividades.

Mi tercera y última observación es que Canadá puede fortalecer la reparación eficaz de los perjuicios causados a los derechos humanos y al medio ambiente derivados de actividades de empresas mineras canadienses en el extranjero si es que habilita a la CORE para exigir la presentación de documentos y la comparecencia de testigos.

Mencioné anteriormente los Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos instaurados por la ONU. Esos principios reconocen el deber que tienen los Estados, incluido Canadá, de asegurar que las personas y las comunidades afectadas tengan acceso a vías de recurso eficaces. 

Actualmente, la CORE está facultada para realizar investigaciones, participar en mediaciones y, cuando corresponde, recomendar soluciones correctivas para las empresas canadienses y otras partes interesadas. Tenemos el deber de presentar informes públicos y de hacer un seguimiento de nuestras recomendaciones. Estas competencias pueden tener repercusiones  positivas.

Sin embargo, la CORE no está facultada para ordenar que las empresas canadienses proporcionen documentos o testigos. Contar con esas facultades adicionales permitiría a la CORE lograr resultados aún mayores. En suma, una CORE habilitada para exigir la prestación de declaraciones lograría lo siguiente:

Gracias.

Sheri Meyerhoffer

Defensora del Pueblo Canadiense para la Empresa Responsable

Fecha de la última modificación: